domingo, 13 de septiembre de 2015

DOS MÉTODOS PARA FORMAR A TUS HIJOS



Dios es nuestro Padre que desea lo mejor para nosotros, quiere que vivamos una vida plena de felicidad, paz y amor; pero para ello es indispensable que nos dejemos guiar por Él y hacer su voluntad, cumpliendo lo que nos señala el mismo Jesucristo en Mateo 7,24-25: "El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como el hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca, y nada pudo contra ella".

Si edificamos nuestra vida, nuestro matrimonio y nuestra familia sobre la Roca Fuerte que es Jesucristo,  y ponemos toda nuestra confianza y fe en su poder y misericordia, ni los vientos, ni las lluvias, ni las tempestades nos podrán derrumbar.

Los hijos son regalos maravillosos que Dios no ha concedido para amarlos, guiarlos, alimentarlos, formarlos y educarlos de acuerdo a los principios, valores y virtudes que nos propone las Sagradas Escrituras, porque es mejor "obedecer a Dios que a los hombres" (Hechos 5,29), y los frutos siempre serán abundantes y buenos.

En contraposición, el mundo actual propone y utiliza nuevas doctrinas pedagógicas y psicológicas, que pretende que tanto en los hogares como en las instituciones educativas sea el niño o educando "el que manda", a semejanza del comercio, en donde "el cliente siempre tiene la razón". Sin embargo, no caemos en cuenta que aquellos, todavía no están capacitados ni preparados para saber que es lo que mejor les conviene.

Les presento para su análisis, discernimiento y aplicación, según juzguen correcto, los dos métodos para formar a nuestros hijos:

I. MÉTODO PARA HACER DE TU HIJO UN DELINCUENTE:


 
 
Es el método más sencillo y fácil, como padre muy poco tienes que hacer, mientras más te despreocupes de tu hijo, mejor. Sólo deberás cumplir al pie de la letra con las siguientes normas: 

1. Desde pequeño dale todo lo que él quiere, atiende todos sus caprichos.
2. Si dice groserías o hace berrinches, festéjalo.
3. No le des ninguna formación humana, ni espiritual.
4. No le corrijas ni le digas que se ha equivocado.
5. Recoge sus juguetes, libros y cosas que deja tirado.
6. Discute y pelea con tu pareja y vecinos delante de él.
7. Ponle televisor e internet en su cuarto y no controles lo que ve.
8. Nunca le des ninguna responsabilidad o tarea en el hogar.
9. Mímalo y sobreprotégelo de todo y contra todo.
10. No te preocupes ni controles sus estudios, sus amigos y salidas.

II. MÉTODO PARA HACER DE TU HIJO UNA PERSONA DE BIEN:


 
 
Si deseas que tu hijo sea una persona de bien y de provecho, ofrécelo al Señor, ora con y por él; lee, reflexiona y sigue las sabias enseñanzas de las Sagradas Escrituras en el libro del Eclesiástico (Sirácides) 7,23: 22,3; y 30,1-13 :

1.¿Tienes hijos? Edúcalos y enséñales a obedecer desde su niñez.
2. Un hijo mal educado es la vergüenza de su padre, si es una hija será humillación.
3. El que ama a su hijo no escatima los azotes, más tarde ese será su consuelo.
4. El que educa bien a su hijo tendrá sus satisfacciones, se sentirá orgulloso de él, delante de sus parientes.
5. El que mima a su hijo tendrá que curar sus heridas, tendrá que ceder al más leve de sus gritos.
6. ¿Quieres mimar a tu hijo?, un día te hará temblar, juguetea con él, te causará tristeza.
7. No te rías con él si no quieres un día afligirte con él.
8. Un caballo chúcaro no se puede montar, un hijo dejado a sus caprichos se vuelve insolente.
9. No le des rienda suelta a tu hijo.
10. Educa bien a tu hijo, lábralo o si no su mala conducta se volverá en contra suya.


Sigamos el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret en donde reinaba el amor, la paz, la sabiduría, la santidad,  y, fundamentalmente, la obediencia de María y José a Dios Padre, y de Jesús a sus padres (cf Lucas 2,51)

Si nuestros hijos no alcanzan a cumplir con el mandamiento divino de "honrar a padre y madre", ni obedecen y guardan respeto a  los mayores y profesores, menos a las autoridades, entonces podemos encontrar aquí el hilo de la madeja que nos explique el avance vertiginoso de la delincuencia, y la pérdida de valores en nuestra familia, comunidad, y patria. 


Que Dios nuestro Padre; Jesucristo nuestro Salvador y Señor; y el Espíritu Santo Consolador iluminen tu entendimiento, tu razón,y tu mente para que luches por la salvación de la vida y el alma de tus hijos.

JESUCRISTO ES EL ÚNICO CAMINO AL PADRE




Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino por mí” Juan 14,6

 

Nuestro Divino Señor Jesucristo es el  camino a  la plenitud del amor y misericordia; es el camino a la felicidad plena; es el camino a la paz , la justicia, y la santidad; es el único camino que nos lleva a la Patria celestial, y a la presencia gloriosa de Dios Padre. Sólo a través de Él podremos acceder al Padre,  por cuanto es el único mediador o intercesor entre Dios y los hombres ( cf 1 Timoteo 2,5).

 

El camino que representa Jesús es angosto y difícil, sin embargo es Él mismo quien nos da las fuerzas, el coraje y el valor para transitarlo, siguiéndolo como la oveja sigue a su pastor, y también imitándolo en sus virtudes, sentimientos y afectos, viviendo haciendo el bien para agradar a nuestro Padre.

 

Siguiendo el camino de Jesús llegamos a conocerlo e    intimar  tanto   con Él, que alcanzamos a conocer  la verdad plena del misterio de su Amor como Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu, y también podremos alcanzar la vida eterna en la que no habrá dolor ni llantos.

 

Todos tenemos acceso al Camino, la Verdad y la Vida nueva y eterna, si cumplimos con nuestra cuota que nos corresponde como hijos de Dios, haciendo realidad el mandamiento del amor que nuestro Señor nos enseñó en su ministerio.

 

El Dios hecho hombre, Jesucristo. el Emmanuel es el único camino a través del cual alcanzaremos la salvación plena de nuestros pecados, porque sólo a Él se le ha dado ese poder, como figura  en Hechos 4,12 :”No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.”


La fe en Jesucristo nuestro único Salvador, nos lleva a asegurar con la misma certeza y confianza de Santa Teresa de Jesús: "Que quien tiene a Dios nada le falta, y que sólo Jesús basta" para alcanzar llegar a la presencia gloriosa de Dios Padre.

 

No   te extravíes ni te pierdas de camino, y sigue firme en tu fe, con el Buen Pastor que te conduce a verdes pastos y aguas limpias y tranquilas.