martes, 9 de junio de 2015

DESCUBRIENDO A JESÚS




Cuando tienes el primer encuentro con el Señor Jesucristo en tu vida, generalmente aparece como el Buen Pastor que llega a levantarte de donde estabas caído o rescatarte del mundo de las tinieblas, en que estabas viviendo, porque Él ha venido para salvar al mundo; si tú escuchas su llamado y le abres la puerta de tu corazón, entonces entrará como tu Salvador y Señor de todas las áreas de tu vida.

Si aceptas a Jesús como tu Salvador habrás encontrado el “tesoro escondido” o “la perla preciosa”, y dejarás todo lo que te ataba al mundo para seguirlo, desde ese momento se convertirá en la Luz que ilumina tu camino para no regresar a las tinieblas en donde te encontrabas, ni volver a perderte en el camino. “Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas”(Juan 12,46)


La Luz que recibes del Señor es a través de la lectura y reflexión de su Palabra, la  práctica de los Sacramentos, la oración y el cumplimiento del mandamiento del  amor  que te permitirá descubrir a Jesús como tu Maestro, Guía y Amigo incondicional que jamás te abandona “…y son ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando” (Juan 15,14), y con el que te puedes comunicar a toda hora para ser escuchado, instruido, y conducido por la senda de la Verdad y la Vida. 

Si Jesús es tu Amigo entonces  será para ti la Roca Fuerte sobre la que construyes tu hogar, y te protege de las tempestades, las calamidades y pruebas; el Refugio al que te acoges cuando estás en peligro o el Escudo que podrás usar para protegerte de las flechas incendiarias del maligno.

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