Jesucristo es nuestro único y
perfecto Maestro y Guía, como lo señala el Evangelio de San Mateo 23,8.10 “Lo que es ustedes, no se dejen llamar Maestro, porque no tienen más
que un Maestro, y todos ustedes
son hermanos.” “Tampoco se
dejen ustedes llamar Guía, porque ustedes no tienen más Guía que
Cristo”. Él es nuestro modelo y
ejemplo, a quien debemos imitar y seguir.
Desde su nacimiento hasta su
muerte, Jesús lo pasó haciendo el bien; enseñando y predicando con su ejemplo,
su vida, sus obras y acciones en los diferentes escenarios donde se encontraba:
en el templo, en las sinagogas, en la montaña, en las plazas, en los hogares,
en los caminos, en los pueblos, en el mar, en el huerto o en la cruz.
El Divino Maestro enseñaba con una
metodología especial, basada en la propia realidad, mediante la utilización de
preguntas, comparaciones, analogías, contrastes, y parábolas.
La coherencia que existía entre lo
que predicaba y vivía le daba autoridad y poder a su mensaje, que estaba
compuesto por un conjunto de instrucciones o mandatos que iba dando a quienes
tomaban la decisión de seguir el camino como discípulos suyos; y que son las
siguientes, en forma secuencial: “Síganme”,
“aprendan de mí”, “ámense”, “permanezcan
en mí”, “anuncien el evangelio”, y “sean santos y perfectos”.
SOY DIANA CAROLINA MAMANI APAZA,REALMENTE ME ENCANTO LA REFLEXIÓN DEL TEMA:JESUCRISTO MAESTRO Y GUÍA,ES MARAVILLOSO,HE BUSCADO TANTO VOLVER AL MAESTRO Y ME HA ROTO EL CORAZÓN DE HIELO Y A RENOVAR MI FE EN NUESTRA ROCA FIRME,MUCHAS GRACIAS AL AUTOR.REALMENTE MARAVILLOSO SALVASTE UNA VIDA,DIOS TE BENDIGA .
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